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Después de todo, ¿a qué edad se puede separar a un cachorro de su madre?
¿Se ha preguntado alguna vez cuándo se puede separar a un cachorro de su madre? Aunque son increíblemente adorables y casi todo el mundo quiere hacerse cargo de ellos nada más nacer, es muy importante tener en cuenta los aspectos psicológicos y físicos que influyen en esta separación, ya que las madres desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de los cachorros.
Inicialmente, muchos veterinarios recomiendan que los cachorros sólo se separen de sus madres después de los primeros 60 días de vida. Separarlos antes de ese momento puede ser muy perjudicial y acarrear muchos problemas. En este artículo, aprenderás la importancia de mantener al cachorro con la madre en los primeros meses, y también los perjuicios de separarlo antes de tiempo ¡Compruébalo!
Fases del desarrollo del cachorro
Para comprender la importancia de que los cachorros permanezcan con sus madres durante los primeros meses de vida, también hay que conocer las etapas del desarrollo de los cachorros. A continuación, echa un vistazo a cada una de estas importantes etapas de los cachorros.
Prácticas de neonatología
La etapa neonatal corresponde a las dos primeras semanas de vida del cachorro. Durante este periodo son extremadamente dependientes de su madre, e incluso necesitan ayuda para ir al baño. También pasan la mayor parte del tiempo durmiendo y alimentándose.
Como sus ojos permanecen cerrados y el oído aún no funciona, los únicos sentidos que utilizan son el olfato, el gusto y el tacto. Además, la vista y el oído de los cachorros comienzan a desarrollarse en la segunda semana de vida, cuando sus ojos empiezan a abrirse y el oído comienza a funcionar gradualmente.
Etapa de transición
Sus sentidos son débiles en las primeras semanas, pero empiezan a desarrollarse mejor durante la etapa de transición, que corresponde a la tercera semana de vida de estos animales. Ya con vista y oído parciales, los cachorros también empiezan a ganar algo de fuerza muscular y aprenden a andar.
A partir de este momento, los cachorros ya empiezan a andar, pero todavía con pocos reflejos y coordinación. Además, empiezan a ser un poco más independientes de su madre, ya no necesitan ayuda para hacer sus necesidades, sino que necesitan ser amamantados.
Etapa de socialización
La etapa de socialización se produce entre la cuarta y la duodécima semana de vida del cachorro. En ella, los dientes crecen y empiezan a morder a la madre durante la lactancia, lo que provoca que ésta deje de amamantarlos gradualmente. Este proceso de destete puede producirse hasta la séptima semana de vida.
Es en medio de esta etapa, a los 60 días de vida y después del destete, cuando el gatito puede ser separado de su madre.
Período juvenil
A partir de la duodécima semana de vida se produce el periodo juvenil en los cachorros. En este periodo son bastante traviesos y tienen mucha energía que quemar, lo que hace que a menudo pongan a prueba los límites de sus hogares. Es en esta fase cuando deben fijarse las normas con los cachorros, ya que después su capacidad de aprendizaje disminuye.
Por lo tanto, si no quiere que su mascota muerda a las visitas o se mime demasiado, es en este periodo cuando hay que enseñarle lo que puede y lo que no puede. El periodo juvenil dura hasta que el cachorro alcanza su madurez sexual.
Período adulto
Se considera que el cachorro está en su periodo adulto a partir de que alcanza la madurez sexual, lo que puede ocurrir entre los seis meses y el año de vida.
En este periodo, los cachorros ya tienen su capacidad de aprendizaje reducida, por lo que puede ser un poco más difícil enseñar cosas nuevas a tu mascota, pero nada imposible. Ya no necesitan a sus madres para nada, y son prácticamente independientes pero con las enseñanzas ya pasadas
Ver también: Danés alemán: ¡guía completa con perfil, precio y mucho más!Papel de la madre en el desarrollo del cachorro
La madre es muy importante en el desarrollo de los cachorros cuando nacen, ya que se encarga de mantenerlos a salvo y de garantizar que el cachorro desarrolle bien su cuerpo y crezca sano. Conozca a continuación el papel de la madre en el desarrollo de los cachorros.
Lactancia materna
La lactancia materna en las primeras etapas de la vida del cachorro es muy importante para que crezca sano.
Inicialmente, la leche materna contiene una sustancia llamada calostro, que se encarga de proteger a los cachorros de las infecciones en los primeros días de vida. A lo largo de las etapas, la leche también contiene anticuerpos y hace que los cachorros desarrollen su sistema inmunitario.
La leche materna también aporta a los cachorros diversos nutrientes que permiten una maduración sana, como el calcio, que ayuda al desarrollo de los huesos. Así, el cachorro puede crecer con un cuerpo fuerte y resistente.
Seguridad y protección
Además de amamantar, las madres también son responsables de garantizar la seguridad de sus cachorros. Los instintos le permiten cuidar de ellos de las formas más diversas, garantizando la interacción de los cachorros con sus hermanos de forma segura.
La madre también protege a sus cachorros de otros animales, ya que los cachorros tardan unos días en desarrollar la vista y el oído. Además, el instinto maternal también hace que les ayude mientras aprenden a andar, al no haber desarrollado aún la coordinación motora.
Enseñanzas
Al principio, son las madres las que enseñan a los cachorros a socializar con sus hermanitos y a respetar el espacio de cada uno cuando se amamantan. También les enseñan a comportarse de una forma menos salvaje, sin necesidad de violencia, evitando peleas y desacuerdos entre ellos.
Además, la madre también es responsable de enseñar al cachorro a andar y a hacer sus propias necesidades durante las primeras etapas de su vida.
Problemas causados por la separación prematura del cachorro
La madre es muy importante en las primeras semanas de vida del cachorro, y separarlos antes de que se complete el destete -alrededor de 60 días después del nacimiento- puede causar algunos problemas. Comprenda, a continuación, los principales problemas causados por la separación prematura de los cachorros.
Disminución de la respuesta del sistema inmunitario
Separar a un cachorro de su madre antes del tiempo recomendado puede causar graves daños a su sistema inmunitario. Como el cachorro no habrá recibido los anticuerpos necesarios para proteger su organismo, crecerá con un sistema inmunitario más débil, lo que le hará más propenso a enfermar,
Si la madre no puede amamantar, es posible dar al cachorro suplementos y vitaminas especiales, pero antes hay que acudir a un veterinario especialista en nutrición.
Trastornos del comportamiento
Una separación prematura también puede provocar que el cachorro desarrolle trastornos de comportamiento a lo largo de su vida. Durante el periodo de socialización, los cachorros observan a su madre y aprenden de ella varias cuestiones de identidad canina, como la forma de alimentarse, de afrontar las frustraciones, de explorar el territorio, etc.
De este modo, los perros separados prematuramente pueden crecer mucho más temerosos, sintiendo posiblemente miedo de casi cualquier persona o animal que no conozcan.
Hiperactividad y ansiedad
Los cachorros que experimentan una separación temprana de su madre tienden a ser más hiperactivos. Como el cachorro no ha tenido el tiempo de juego recomendado con sus hermanos caninos, tiende a crecer más agitado y travieso, sin saber la diferencia entre el juego y las situaciones serias, lo que hace más difícil educarlos en casa.
Uno de los síndromes más comunes en los animales de compañía es el síndrome de ansiedad por separación, que hace que las mascotas se pongan muy nerviosas y agitadas cuando sus guardianes se van de casa.
Mal comportamiento con otros perros y personas
Al haber sido separados de su madre antes de tiempo, estos cachorros acaban teniendo una gran dificultad de socialización, por lo que acaban por no saber tratar bien con otros perros o incluso con las personas, teniendo miedo o aversión a cualquiera que no sean sus guardianes.
Muchos de estos perros acaban volviéndose celosos, no aceptando ver a sus dueños prestando atención a otras mascotas, o incluso interactuando con otras personas. En algunos casos, pueden incluso volverse agresivos.
Cuidados de un cachorro recién llegado
Garantizar que un cachorro tenga la mejor experiencia posible cuando llega a casa de sus tutores requiere mucha dedicación. A continuación se ofrecen algunos consejos para cuidar a un cachorro recién llegado.
Cuidado y atención
Cuando un cachorro se aleja de su madre y sus hermanos, puede sentirse muy solo durante las primeras semanas, ya que no está acostumbrado a separarse de su familia canina. Por eso es muy importante prestarles mucha atención cuando se los llevan a su nuevo hogar.
Colos, caricias y juegos ligeros son muy bienvenidos para que el cachorro se acostumbre a la compañía de su nueva familia. Así, con el tiempo, el cachorro dejará de echar de menos a su madre y centrará todo su cariño en sus guardianes.
Socialización
Otra cuestión muy importante para los cachorros recién llegados es la socialización. Para llevarse bien con personas que no sean sus tutores, es importante que los cachorros interactúen con otras personas a lo largo de los primeros meses. Si crecen interactuando sólo con sus tutores, de adultos pueden sentirse extraños e incómodos con extraños.
La socialización con otras mascotas durante la juventud también ayuda a que el cachorro crezca sin extrañeza ni miedo excesivo a otros perros. Sin embargo, es importante que el cachorro socialice con otras mascotas con supervisión y cuidado.
Higiene
En cuanto a la higiene del cachorro, es importante recordar que el primer baño sólo puede darse después de haberle puesto las vacunas. Bañar a un cachorro antes de ponerle las vacunas puede contribuir a que contraiga una enfermedad.
También es importante dar baños con productos elaborados especialmente para cachorros, como champús y acondicionadores neutros, teniendo siempre cuidado de que no caiga agua ni productos en los ojos, oídos y fosas nasales del cachorro. Además, es fundamental dar baños sólo en días calurosos y con agua templada, evitando que el cachorro coja la gripe.
Vacunas y desparasitaciones
Las vacunas y la desparasitación son cruciales en la vida de un cachorro, ya que pueden prevenir una serie de enfermedades. La desparasitación sirve para evitar que gusanos, como los helmintos, se conviertan en parásitos en el cuerpo del cachorro, causando vómitos, diarrea y debilidad.
En cuanto a las vacunas, son esenciales para que el cachorro crezca protegido de diversas enfermedades causadas por virus y bacterias, como la rabia y la leptospirosis. Por ello, es fundamental mantener al día las vacunas y la desparasitación de su mascota no sólo en la infancia, sino también en la edad adulta.
Control veterinario
Es muy importante que el cachorro tenga un seguimiento veterinario, sobre todo en los primeros meses después de llegar a su nuevo hogar. Con un buen seguimiento, el médico podrá garantizar la salud del cachorro, solicitando exámenes, observando su crecimiento e incluso siguiendo las fases de vacunación.
Además, el veterinario también puede ser de gran ayuda para los guardianes al resolver sus dudas y aclarar las cuestiones más diversas sobre la salud de la mascota.
Ver también: Guía práctica del pez betta: ¡Todo lo que necesita saber!Ahora ya sabes a los cuántos días puedes separar a tu cachorro de su madre
En este artículo has aprendido que es recomendable alejar al cachorro de su madre alrededor de los 60 días de vida, en plena etapa de socialización. De esta forma, el cachorro tiene más posibilidades de crecer sano, tanto física como psicológicamente.
El cachorro pasará sus primeros meses con los anticuerpos necesarios y desarrollará un sistema inmunitario resistente. Además de esto, cuando llegue a su nuevo hogar, al cachorro le resultará más fácil acostumbrarse a sus guardianes y al nuevo entorno, además de tener menos posibilidades de adquirir problemas como hiperactividad y ansiedad.
Por lo tanto, es muy importante que no se separe al cachorro de su madre antes de tiempo, porque puede acarrear varios problemas no sólo en la infancia del cachorro, sino también a lo largo de su vida.